????? ↓↓↓↓↓↓↓↓Publicidad↓↓↓↓↓↓↓↓ ?????

viernes, 31 de enero de 2014

Aprendiendo a perdonar

 
No se trata de continuar con una relación tóxica, sino de manejar la frustración, comprender que todos tenemos luces y sombras. Cómo transitar y superar la decepción.
¿Cuántas veces nuestro punto de vista nos ha llevado a buen puerto? Seguramente diríamos que la mayoría de las veces, ya que pensar lo que pensamos y sentir lo que sentimos es una parte importante que nos hace ser quienes somos.

Los seres humanos solemos definirnos en valores, ideales y creencias que conducen a nuestro accionar. Desde allí nos relacionamos con los demás, damos y recibimos en el intercambio social.
Pactamos acuerdos explícitos e implícitos y desde allí llamamos a algún amigo, colega, compañero de trabajo, jefe, vecino, hermano, primo, cuñado, suegro, esposo/a, madre, padre, hijo. En este suceder de roles en los que a veces ocupamos uno, a veces otro y siempre en relación a otro que define, la vida va siendo transcurrida.

La vida se construye y nuestro tiempo oscila en un devenir de quehaceres y emociones. Todos sabemos que los momentos buenos se celebran y disfrutan, y ¿qué hay de los otros? 
¿Qué sucede  cuando por alguna razón me siento ofendido? ¿Qué hago con el dolor, que muchas veces se transforma en enojo o furia porque aquella persona de la que esperaba algo me defrauda?

¿Qué hago cuando ese otro me frustra en lo que yo creo que debería ser su accionar? ¿O cuando me quedo herido por el comentario mordaz, el desaire o la estafa?
Lidiar con la frustración de que el otro no es lo que uno esperaba puede llevarnos desde un estado de molestia, hasta un profundo dolor que nos sumerge en la desolación y el rencor con ansias destructivas.

Todos sabemos lo amarga que puede ser la hiel del odio y lo salvajes que pueden ser nuestros pensamientos rencorosos y resentidos. Hasta el más manso de los mortales comprende el sufrimiento por el que atraviesa el alma de un engañado, estafado o defraudado. Ahora, ¿cómo podemos ayudarnos a transformar el odio en un sentimiento más constructivo?

Uno de los caminos, luego de haber reconocido el daño, la herida y al otro en su dimensión humana y limitada, es tratar de entender las circunstancias por las que hizo lo que hizo, lo más completas posibles, si actuó bajo presión, si estaba enfermo (adicto, compulsivo, sádico, etc.) y a partir de allí iniciar el camino de la compasión, donde todos somos seres de luces y sombras.

Recuperar la empatía humana con ese otro y recorrer el camino del perdón aunque hayamos decidido que esa persona no esté más en nuestra vida. No se trata de continuar con una relación si se ha tornado tóxica. De lo que se trata es de recuperar la dimensión del amor dentro de nosotros. Aprender a perdonar es soltar a ese otro y a sus acciones.

Es despegarse y volver a centrarse en uno. Volver a confiar en que todo cambia, todo pasa y en que no puedo controlar lo que los otros hacen pero si puedo elegir algo de lo que sucede en mi vida.

Para superar los enojos es importante reencontrarse con los propios límites y concientizarnos de que nosotros también hemos herido a otro aún sin hacer nada, a veces sólo por estar allí ocupando determinado lugar.
Finalmente, la envidia también causa dolor y todos tenemos algo que alguien nos puede envidiar ¿o no? Por eso, compresión y compasión propia y de los demás.         

Fuente:aaaa
 
FACEBOOK1

0 comentarios :

Publicar un comentario

facebook comentario facebook comentario fin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...