Una mujer sostiene a su pequeña correa de perro raza Pug y entra en un ascensor.
Por desgracia, el perro no encaja en el ascensor, la puerta estrecha y el animal está todavía fuera. Un hombre llega a este momento con una bandeja de huevo en sus manos y va a tratar de liberar al perro.
Por suerte, la correa de la correa del perro se rompió y el animal se libera. La escena fue filmada por una cámara de video vigilancia en el edificio de 29 mayo de 2013. Como resultado, la muerte de treinta huevos se cuentan.
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